Sunday, May 20, 2018

Folson Prison

Pienso luego existo. Y entonces que pasa si siento? Se valoriza la existencia o definitivamente no hay valor adicional en el sentir?
De ahí que a estas alturas no sepa si realmente me guste pensar. Porque el mero ejercicio de pensar sin cuestionar carece de excitación.
Pero pensar no significa cuestionar? Acaso no representa la figura del pensador de Rodin a un tipo que deja descansar su mentón sobre el puño mientras su mente pareciera estar preguntándose el por que de las cosas, como si la razón de ser del mundo realmente lo afectara?
Me pregunto entonces que sucedería si no cuestionase mi entorno o mi rutina diaria. No seria más que un autómata condenado a repetir tareas de manera ininterrumpida.
Y aquí es donde el sentir le da razón a la vida, mucho más que el pensar.
Cuestionar según mi parecer, no viene siendo más que un mecanismo utilizado por nuestra mente para manifestar de que manera nuestro entorno nos afecta tanto positiva o negativamente.
Solo por citar un ejemplo, recuerdo que el aburrimiento o la depresión, estados de animo que se relacionan directamente con el lado sensitivo del ser, resultan siendo consecuencia de un considerable nivel de inconformidad existente en la vida de una persona. La inconformidad se traduce entonces como un sensible cuestionamiento a nuestra forma de vivir.
Entonces concluyo que si al pensar existo, al cuestionar (sentir) mi existencia incrementa su valor a niveles exponenciales.
Por lo pronto, con un aburrimiento rozando el máximo posible como resultado de ver la tele o de mirarme al espejo, estoy dando los primeros aportes en esta inversión que promete surtir sus dividendos una vez los cuestionamientos desaparezcan.
Esperemos...

Friday, July 18, 2008

Aleyda

Tan pronto entre a la sala de inmigracion, Aleyda se quedo al lado de Angela, Oscar y Enrique mirando hacia la parte interior del recinto. Nos seguimos con la mirada mientras estuve haciendo la fila para pasar por la casilla de registro. Finalmente los pasaportes fueron revisados y segui mi camino, y no pude verle mas.

Al registrar las maletas trate de mantener la compostura, de no pensar en lo que quedaba sin resolver. No pude sacarme de la cabeza la idea de ser esa la ultima vez que veria a Aleyda luciendo de esa manera.

Ya tenia el precedente de Apa. Lo habia visto en Diciembre un poco mas delgado, sonriente como siempre. Lastimosamente en Junio su aspecto fisico habia cambiado de manera drastica. La guerra interna en su cuerpo se habia manifestado exteriormente y aquel hombre robusto que una vez conoci no era mas que un recuerdo.

Mi agravante con Aleyda era yo estar por fuera del pais, sin contacto directo, sin posibilidad de asistirla inmediatamente. Aquella noche en que finalmente ella confeso su diagnostico quise morime. Escuchar su llanto y no poder consolarla me lleno de ira e impotencia.

Aguarde en silencio un par de meses mientras regresaba a Cali Pachanguero. Esa tarde en la oficina del servicio medico la rabia y angustia mostraron a un perro a punto de morder. Dos meses habian pasado desde que ella confeso lo que le sucedia y aun no escuchaba respuesta alguna.

Fuimos informados esa tarde que un procedimiento quirurgico casi inmediato seria programado en cosa de dias. Sin embargo, casi dos semanas despues de aquella cita, una llamada telefonica notificando que la tan esperada cirugia habia sido aplazada fue suficiente para dejarme con el alma en vilo.

De regreso en el aeropuerto, pase los controles policiales como un zombie. Mi mente no estaba alli. Aun ahora me pregunto que hacia mi cuerpo en ese punto. La responsabilidad del trabajo y los compromisos eran la respuesta. Odie ser adulto.

No pude resistir mas y decidi desahogarme. El avion estaba repleto pero no me importo. Llore amargamente mientras alzabamos vuelo. Pedi a los Cielos que no fuera esa la ultima vez viendo a Aleyda bella y llena de vida.

Tuesday, July 8, 2008

Apa

Sono el celular y al otro lado estaba Aleyda dejandome saber que Apa ya estaba descansando.

Lo unico que pasaba por mi mente era la cara de terror de Aleyda cuando lo observaba hablando en medio de sollozos la ultima vez que lo vimos.

En ese ultimo encuentro me resisti a creer que llegaria pronto el dia de su partida. Hablamos un largo rato, le conte de mis cosas, tratamos de sonreir, de hacerle quite a la frialdad y a la agonia.

Al despedirme le dije que volveria en unos dias, que estaria haciendo la travesia acordada desde un principio. Pero no hubo mas tiempo de nada. Y ahora es tarde. Descansa bien Apa, entras derecho al Cielo.

Gracias por todo Apa. Tu infinita ternura y la alegria de tu sonrisa viven por siempre en el corazon.

Lo siento. No puedo escribir mas.

Wednesday, June 25, 2008

La perrera

Si.

Vamos de nuevo con rumbo a la Perrera. Esta vez huimos dos semanas, distribuyendo el tiempo entre Valle y Quindio.

He estado preocupado por la salud de algunos miembros cercanos de mi familia. Por fortuna la travesia pudo ser coordinada y ahora tengo tiempo para compartir con ellos.

He podido conversar con mi Apa algunas veces y cada vez lo noto mas cansado. Le prometi que iria a verle y aqui voy cumpliendo mi promesa. Gracias Apa por esperarme.

Igual pasa contigo madre. Ya veras que las cosas no son tan graves y aun hay tiempo de proceder.